(Por: Gladys Montes)
Debo hacerlo. Qué descontrol, qué necesidad la de actuar pronto, ¿cómo? No sé, pero debo decidir, qué es lo mejor para mí, a que me expongo, pierdo mi comodidad Ring, ring…que suene ese teléfono las veces que quiera. No voy a contestar. Debo concentrarme. ¿Qué decía? Ah, sí. ¿Por dónde sigo? Dejar la universidad, la casa de mis tíos, mis amigos, mi gimnasio. Y Elisa, y Juan, otra vez el maldito teléfono. Voy a desconectarlo. Que se joda quien llama. Elisa…me gusta, pero la veo lejana, tan especial, su figura, su queridura conmigo, si, no, a veces creo que puedo. Llega el momento y me aparto. Qué horror! Algo me lo impide, no se qué es, intento, intento y no me decido. ¿Y Juan? Me atrae, voy al gimnasio y no dejo de mirarlo, su cuerpo, su agilidad, parece un felino, pero tampoco puedo hacer nada. No sé si yo le agrade, me parece indiferente. Toc, toc, carajo quien llama a la puerta. No abro. Me cuesta trabajo todo. Mis tíos, qué voy a decirles, les causo un disgusto enorme, yo que soy como un hijo de ellos. Ya están viejos, creo que me necesitan pero mi vida, me estanco o sigo adelante, qué camino seguir, hay muchos, busco y busco, falta decidirme. Aplico a la beca, trabajo a en Medellín, viajo a Europa, a París, allí vive mi amiga Marcela, me escribe. Hay trabajo para un profesor de español. Puedo hacerlo. Me encantaría….Pero cómo decidirme, cómo aclaro estas disyuntivas, qué difícil me parece todo!. Necesito ir paso a paso. La premura me agobia. Siento cómo una roca enorme. Va a caer sobre mí. La evito, pero no podré hacerlo siempre. Va a terminar por aplastarme? No. Quiero luchar, necesito aclarar mis dudas, descifrar mis enigmas, ahuyentar mis fantasmas. Me asustan, tengo pesadillas de noche, los veo bajo muchas formas diferentes, un ángel, satanás, Sofía Loren, George Clooney, Elisa, Juan, qué tropel, qué indecisión. A veces huyo…, me escondo, me quedo quieto, creo que deliro, hablo solo, gesticulo solo, parece que voy a enloquecer. Oigo ruidos extraños, la roca que empieza a moverse, se acerca, debo hacerle el quite. Me aplasta, casi, me hago a un lado. Vivo, vivo, no puedo creerlo. Es un aviso, algo debo hacer, pronto, ya, ahora mismo. Pero algo me detiene, estoy solo, suena el reloj, tic, tac, sonidos. Es tarde, no encuentro nada abierto; mañana debo decidir. De repente pienso en mis padres, donde estén quiero que me ayuden. Qué falta me hacen, los añoro. Suena la llave de la puerta, llegan mis tíos, los saludo, termina mi pesadilla de hoy.
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